Riotorto es uno de esos concellos de Galicia a los que apenas le he prestado atención. Se ubica en el noreste de la provincia de Lugo, en la comarca de Meira y a medio camino entre la costa y el interior montañoso. Cuando vi que en mayo se organizaba un trail en esta zona con un recorrido asequible me pareció una buena disculpa para acercarme.

Estamos en la salida con mucho tiempo de antelación. No me gusta correr por la tarde. Ha sido más de hora y media de coche, saliendo de casa justo después de comer. Hace mucho calor y la cola para coger el dorsal está al sol. Cambio el coche de sitio y lo pongo a la sombra. Aún me quedan unos minutos para echar una siesta.

Sobre las cinco de la tarde voy para la salida. El calor es un poco menos pero sigue apretando, así que decido cargar bien de agua. Son sólo 11 km, pero el desnivel va a ser importante y preveo unas dos horas y cuarto en el monte. El ambiente es familiar. Ya salieron los del trail largo y ahora vamos nosotros, los del minitrail. Somos unos 50 corredores.

Salimos de la pequeña plaza de As Rodrigas. El recorrido va a ser antihorario. Tras los primeros metros toca correr a orillas del Rego de Machín un buen tramo, entre prados y bosque. 

Esto es prácticamente llano aunque picando ligeramente hacia arriba. Otro tramo de asfalto hasta el km 2. A ritmo de 6 min/km, conservando.

Giro a la derecha para salir de la carretera y primera subida fuerte de un km ak 10 % más o menos para bajar entre pinar por un camino poco marcado. ¡El tercer kilómetro se me ha ido a 16 minutos!. Estamos en el km 3,4 y comienza la larga subida hasta el 5,5. Pasamos por Boliqueira y la ladera sur de Chao de Murias. El camino es precioso y me esfuerzo por intentar correr. Llegamos al punto más alto, 524 m, con un desnivel positivo acumulado de unos 450 m. La peor parte está hecha.

El descenso, en diferentes tramos se hace divertido. Buena parte del trazado es por senda abierta entre el bosque. Está resbaladizo y muy irregular con pendientes fuertes. Esta vez los bastones también ayudan bajando. Empezamos a encontrarnos con gente de la andaina y echamos una mano a superar los tramos de más desnivel con más barro y con cuerdas. Como siempre, los descensos se me atragantan y me dan envidia los pros que bajan como locos.

Cruzamos un par de regatos y pasamos por O Castro. A la salida del pueblo hay otro de esos tramos bonitos para superar un talud. Enfilamos el Regueiro dos Cales. Voy cansado y con sensación de calambres, pero lo estoy disfrutando así que me concentro más en el entorno que en el ritmo o en las piernas. En el km 10 tras otro breve tramo de pista en el que puedo correr a gusto viene la última subidita, corta pero que se deja notar. Falta poco. Descenso suave, retomamos la pista del inicio y últimas zancadas en subida para pasar por debajo de meta.

Me ha sorprendido. Recorrido muy chulo y que se me ha pasado volando. Ambiente muy agradable, sin masificar y con buena organización y voluntarios. ¡Gracias, repetiremos!